Actualmente el acelerado ritmo de vida, donde siempre se tiene prisa y algo qué hacer nos orilla a modificar las formas de entretenimiento y las fuentes de conocimiento, el público lector exige contenido en una corta extensión de espacio lo que se traduce en corta extensión de tiempo de lectura. Esta es una de las razones por las cual el microcuento ha tenido recientemente cada vez más mayor aceptación entre los lectores.
Para no aburrir e intentando seguir la “corriente micro” haremos una breve revisión por algunos aspectos del microcuento que me parece particularmente interesante la presencia de la reescritura y la parodia.
Nos puede parecer que el tema la aparición de microcuento es reciente, sin embargo no lo es tanto, la aparición oficial del microrrelato en la literatura hispánica se remonta a las primeras décadas de siglo XX, pero es desde hace más de cincuenta años aproximadamente que podemos encontrar obras de ciertos autores que cumplen con los requisitos para ser considerados oficialmente microcuentos. De los años iniciales del microcuento podemos decir que se conocía el objeto pero no el concepto y existía cierta confusión de estos textos con poemas en prosa o aforismos.
Encontramos al microcuento formar parte de un general que es la mini ficción (ficción, cuento o relato) en él se manifiestan dos componentes: lo micro o mini, que hace referencia a su extensión, y la ficción que hace referencia a su naturaleza. El lector está advertido, sabe que esta ficción puede contener una intención realista pero ante todo no podrá esperar una realidad comprobable.
El microrelato toma forma oficial con la obra de Borges y Bioy Casares, Juan José Arreola y más tarde con Cortazar.
Para poder analizar los siguientes microcuentos es necesario antes establecer los requisitos necesarios para considerarlos como tal, el primero es su extensión que no debe exceder las 250 palabras, ni ser inferior a las 8, la segunda es que deben actuar simultáneamente la parte social, estética y psicológica.
Entre las características del microcuento y los elementos que pueden conformarlos llama mi atención de manera particular la reescritura o la parodia de un texto donde “el escritor se sitúa frente a un texto bien conocido- o frente al recuerdo de ese texto- y lo rescribe” (Lagmanovich, 2005: Pág. 26), generalmente suelen basarse en textos muy reconocidos, sobre todos los que se originaron de la tradición oral, como ejemplo tenemos dos microcuentos que son reescritura de la muy conocida la historia de la Cenicienta, hecha famosa por los hermanos Grimm. Rotger Neus y Estrella Burgos nos muestran respectivamente sus “versiones”:
Para no aburrir e intentando seguir la “corriente micro” haremos una breve revisión por algunos aspectos del microcuento que me parece particularmente interesante la presencia de la reescritura y la parodia.
Nos puede parecer que el tema la aparición de microcuento es reciente, sin embargo no lo es tanto, la aparición oficial del microrrelato en la literatura hispánica se remonta a las primeras décadas de siglo XX, pero es desde hace más de cincuenta años aproximadamente que podemos encontrar obras de ciertos autores que cumplen con los requisitos para ser considerados oficialmente microcuentos. De los años iniciales del microcuento podemos decir que se conocía el objeto pero no el concepto y existía cierta confusión de estos textos con poemas en prosa o aforismos.
Encontramos al microcuento formar parte de un general que es la mini ficción (ficción, cuento o relato) en él se manifiestan dos componentes: lo micro o mini, que hace referencia a su extensión, y la ficción que hace referencia a su naturaleza. El lector está advertido, sabe que esta ficción puede contener una intención realista pero ante todo no podrá esperar una realidad comprobable.
El microrelato toma forma oficial con la obra de Borges y Bioy Casares, Juan José Arreola y más tarde con Cortazar.
Para poder analizar los siguientes microcuentos es necesario antes establecer los requisitos necesarios para considerarlos como tal, el primero es su extensión que no debe exceder las 250 palabras, ni ser inferior a las 8, la segunda es que deben actuar simultáneamente la parte social, estética y psicológica.
Entre las características del microcuento y los elementos que pueden conformarlos llama mi atención de manera particular la reescritura o la parodia de un texto donde “el escritor se sitúa frente a un texto bien conocido- o frente al recuerdo de ese texto- y lo rescribe” (Lagmanovich, 2005: Pág. 26), generalmente suelen basarse en textos muy reconocidos, sobre todos los que se originaron de la tradición oral, como ejemplo tenemos dos microcuentos que son reescritura de la muy conocida la historia de la Cenicienta, hecha famosa por los hermanos Grimm. Rotger Neus y Estrella Burgos nos muestran respectivamente sus “versiones”:
"Ni colorín ni colorado"
Cenicienta, que no era rencorosa, perdonó a la madrastra y a sus dos hijas y comenzó a recibir las en Palacio. Las jóvenes no eran demasiado agraciadas, pero empezaron a tener mucha familiaridad con el príncipe, y pronto los tres se hacían bromas, jugueteaban. A partir de unos días de verano especialmente favorables al marasmo, ambas hermanas tenían con el príncipe una intimidad que despertaba murmuraciones entre la servidumbre. El otoño siguiente, la madrastra y sus hijas ya se habían instalado en Palacio. La madrastra acabó ejerciendo una dirección despótica en los asuntos domésticos. Tres años más tarde, la princesa Cenicienta hizo público su malestar y su propósito de divorciarse, lo que acarreo graves consecuencias políticas. Cuando le cortaron la cabeza al príncipe, Cenicienta hacía ya tiempo que vivía con su madrina, retirada en el País de las Maravillas. (2005, Pág. 89)
"El príncipe"
Poco después de la media noche el príncipe sale sigilosamente del castillo, mientras Cenicienta duerme profundamente. Con un afán incontrolable, el príncipe va en busca de la hermanastra de su esposa, aquella mujer cuyos enormes pies tanto le fascinan. (1988, Pág. 53)
La historia de la Cenicienta se reescribe, en ambas es engañada por el príncipe, y con este hecho rompe con la propuestas de vivir “felices para siempre”, al menos juntos. Esta reescritura le da un carácter novedoso y fresco a la historia principesca. Una de las ventajas de inspirar la reescritura con orígenes orales es la libertad de cambiar o dar un giro inesperado a la historia original. Y por supuesto al ser historias fácilmente reconocibles, suponen mayor facilidad para el lector, así como un aire divertido, pues no se esperaba ver a la princesa del cuento en semejante situación.
Por otra parte encontramos en la una reescritura de la Cenicienta que hace a su vez una referencia a la historia de “Alicia en el país dE las maravillas” de Lewis Carrol.
Por otra parte tenemos también la reescritura de la leyenda de Scherezada y “Las mil y una noches”. Presentamos tres de José Luis Zárate Herrera:
"Razones"
-Deberé eliminarla- decidió el sultán en la noche 1002- a pesar de que es muy bella, pero su insoportable cantaleta diaria de “te cuento un cuento”, con esa manía suya de dejar pendientes las historias en lo más interesante. Ademas, lo peor: a últimas fechas se repite. (1988:Pág. 54)
"Justicia"
-Después de todo, reflexionó el verdugo- Scherezada merece morir: ella inventó las telenovelas. (1988: Pág. 64)
"La queja"
Oh Dioses, me ofrecí por esposa del sultán, para salvar a las mujeres del reino de morir decapitadas después de una noche con él, que cree que en la variedad esta el gusto; y dedique años de mi vida a hilar fabulosas historias que lo distraerían hasta que acabara por amarme a mi y a nuestros hijos, pero, oh Dioses, ¿Por qué no me dijeron que el sultán es sordo? (1988: Pág. 95)
En estos microcuentos encontramos en común la parte “humana” de Scherezada , es decir, Scherezada como mujer, podemos observar claramente esto en la queja, pero también encontramos otros aspectos de los personajes, como el verdugo arrepentido que le da un giro actual y atemporal mencionando las telenovelas y a la vez hace una critica social. Encontramos también la perspectiva del sultán que planea matarla, observamos que la razón por que desea su muerte es que le aburren sus historias, ¿nos suena familiar esto? podríamos hacer una analogía de los hombres que piensa que las mujeres “calladitas se ven más bonitas”.
¿Qué es lo que hace interesante las reescrituras o parodias de un texto además de los elementos de los que ya hablamos anteriormente? Creo que son varios los aspectos, uno de ellos es que regularmente la reescritura o parodia supone una recreación de la actual realidad por medio de personajes tipo ya conocidos. Los pone en situaciones actuales que afectan la sociedad, como, por ejemplo, la infidelidad y el divorcio. Por otra parte también proyecta la ideología del hombre actual, los problemas a los que se enfrenta sus dudas y deseos, y finalmente hace una crítica a la sociedad, de manera tan sencilla y divertida que es fácil sacar un aprendizaje o moraleja de ellos, o al menos deja una idea flotando en nuestra mente, poniendo a trabajar así, nuestra capacidad de análisis.
Sea cual sea la razón, la realidad es que los microtextos proponen una alternativa al lector que no dispone de mucho tiempo, o no esta dispuesto a renunciar más que a unos cuantos minutos al día destinados a la lectura. Lo triste es que como un círculo vicioso, la no lectura de textos extensos presupondrá cada día tener un menor contexto o punto de referencia a un microtexto cuya característica primordial para su comprensión sea el conocimiento de la obra a la que se parodia. Como todo los microtextos tiene sus pros y costras pero como dicen siempre es mejor mirar el vaso medio lleno a medio vacío, lo positivo es que los textos micro podrían ser la salvación de la literatura de su extinción.
Ana Cruces Gómez
Bibliografía
Lagmanovich, David, 2005 “Antología del microrrelato hispánico”, Palencia: Menoscuarto Ediciones.
Neus, Rotger, et al, 2005, “Ni colorín ni colorado” tomado de Ciempiés: los microrelatos de quimera, Barcelona: Montesinos.
Burgos, Estrella, 1988, “El príncipe” publicado en la revista El Cuento, México: GV Editores.
Zárate, José Luis, 1988, “Razones”, publicado en la revista El Cuento, México: GV Editores.
Zárate, José Luis, 1988,“Justicia”, publicado en la revista El Cuento, México: GV Editores.
Zárate, José Luis, 1988, “La queja”, publicado en la revista El Cuento, México: GV Editores.
Hola.
ResponderEliminarPrimero mil gracias, es un gusto leer a quien con una mirada atenta y crítica retroalimenta tanto, recientente el microcuenta ha seguido buscando nuevos formatos, uno de ellos es el twiteratura usando el servicio twitter, te invito a asomarte a estos cuentos de 140 caracteres, tengo un triple enlace en las redes sociales: blog, twitter y facebook, donde publico diariamente microrelatos y me encantaría saber tu opinión de ellos, te dejo las direcciones: http://zarate.blogspot.com/, y http://zarate.blogspot.com/
Mi cuenta en twitter es http://twitter.com/joseluiszarate
ResponderEliminarVaya, gracias. Verdaderamente mucho gusto. No tenía idea de esta twiteratura, la revisaré, suena realmente interesante
ResponderEliminar... ¡te sigo!
¡Saludos!
Hola Ana, una de mis debilidades son los mini relatos; me ha encantado este texto y ver que te ha visitado Zárate Herrera... "Scherezada narró tantas historias que llegó a pensar que el Sultán sólo era un cuento, y ella misma otro, por lo que no se atrevía a interrumpirse pues corría el riesgo de desaparecer si no se contaba a ella misma"... ese es mi favorito. Qué bueno que me presentaste tu blog. !Saludos desde mi rincón en Letranías! Addy
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